
“All-In”: Se da cuando un jugador lleva todas las fichas al centro de la mesa en una partida. Cuando un jugador se queda sin fichas en el transcurso de una mano no está obligado a retirarse. En cambio, puede optar por un “ALL IN”. Cuando está “All-in” apuesta todas sus fichas y el bote se divide en bote principal y bote marginal (“main pot” y “side pot”). Todas las fichas subsiguientes serán a partir de ese momento añadidas al bote marginal. Si a la hora de enseñar las cartas el jugador del “All-in” no tiene una mano ganadora, ambos botes irán a la mano ganadora como es habitual. Sin embargo, si el jugador del “All-in” tiene una mano ganadora entonces se lleva el bote principal y el bote marginal se lo llevará la siguiente mejor mano. Cuando son varios jugadores los que han ido “All-in” se han creado varios botes marginales, divididos en función a la mano y el orden en el que los jugadores fueron “All-in”. Los jugadores “All-in” con una mano ganadora sólo podrán llevarse el bote o los botes de los que han formado parte.
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